Confesiones de un Ex-Republicano
Por Jay S. Marks
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Bueno, es cierto, en mi juventud malgastada yo era por alrededor de 15 años un conservador radical y miembro del partido Republicano. “Como puede ser?” se preguntan, que este abogado tan pro inmigrante pudo haber sido un Republicano?

Para comenzar, unas lecciones de la historia politica Americana. El Partido Republicano es el partido de Lincoln, el partido más liberal a mediados del siglo 19, donde la gente que era anti-esclavitud y socialmente mas progresista se reunían. El Partido Democrata era el partido del sur y de las fuerzas pro-esclavitud. Al principio del siglo 20, la industrialización masiva de los Estados Unidos tuvo el efecto de cambiarles a los dos partidos: el partido Republicano llegó a ser el partido de los industrialistas norteños, mientas el partido Democrata se convirtió en le partido tanto del sureño como del trabajador y los derechos laborales. El partido Democrata era famoso por sus sentimientos anti-inmigrante.

En los años 1980, cuando Ronald Reagan se apoderó del partido Republicano, su idea era incluir a los inmigrantes dentro del partido porque los inmigrantes representaban el futuro del país – por eso Ronald Reagan pasó la amnistía de 1986 con el apoyo de su partido.

Alrededor de 1990, elementos anti-inmigrantes se apoderaron del partido Republicano – elementos racistas, que ven al latino como una raza inferior – y se han adueñado del partido tan completamente que le partido Republicano es una verguenza nacional – algo completamente no reconocible de mi juventud.

Y por eso dejé el partido Republicano – porque no pude estar dentro del mismo partido con personas que querían deportarle a mi esposa o maltratar a mis amigos por el mero hecho de ser latinos. Despues de estar en suficientes conversaciones privadas, a puertas cerradas, pude ver el racismo que no llegaba a hablar en voz alta, en publico. Me repugnaba y me fuí. O mejor dicho, el partido me abandonó.